Pequeños Detalles

Quiero un futuro junto a tus pequeños detalles…

¿Sabes a qué me refiero?

Seguramente no, pero mira, es muy sencillo…

Quiero que durante toda una vida me acompañes llenándome de cosas que a lo mejor no has notado, pero yo he tenido el tiempo suficiente de observar y deleitarme…

Podemos empezar por tu manía de colocarte el cuello de la camisa cada vez que algo te hace sentir incómodx o nerviosx…

Por ese lacónico gesto de tu nariz acompañado del ligero movimiento de tu boca en señal de tu absoluta e impenetrable concentración…

Por ese destello que atraviesa tu mirada en los momentos de tensión placentera, que me confirman el mutuo sentimiento de adoración…

Por esa forma de colocar las manos en mi cintura, ni muy arriba y fuerte en muestra de posesión, ni muy abajo como cuando las intenciones son más ocultas, simplemente en el punto medio que sabes que me vuelve loca de ternura y equilibrio…

Por esa manera tan sutil que tienes de remangarte cualquier prenda superior de manga larga y tu cansancio en la voz al repetir nuevamente que no te gustan los roces en los codos…

Podemos seguir si quieres por ese gesto infantil que se adueña de tu cara cuando ves que te he quitado algo del armario XXXL que tienes, por lo que parezco un bebé dentro de un albornoz enorme, pero se te nota la ilusión y las ganas de cuidarme, y sé que te recuerda a esa parte de ti que te remonta a la relación tan maravillosa que tus padres tenían y que yo prometí en su día tratar de igualar pero con nuestra esencia como objetivo…

Por las arrugas que se te forman en la frente al respirar agitadx cuando por las noches me alejo intencionadamente de tu cuerpo sólo por ver esa misma reacción…

Por tus manos temblorosas e inseguras pero fielmente agarradas a mí cuando se trata de protegerme a pesar de encontrarnos lxs dos en la misma sensación de pérdida…

Por la forma, siempre adecuada para la ocasión, en que tus labios se enzarzan en una plácida batalla contra los míos…

Por las veces en las que me miras sonriente, aguantando una pequeña carcajada al verme intentando llegar a las estanterías más altas sin querer usar la escalera…

Por la forma en la que siempre esperas a consultarme y estar lxs dos de acuerdo en toda decisión común…

Por respetarme como nadie hasta ahora lo ha hecho, ni lo va a hacer, porque quiero tus pequeños detalles siempre conmigo, hasta cuando me permitas disfrutar de ellos…

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